Cuando nos miramos a nosotros mismos hace 17 meses, no podemos evitar pensar en un mundo que literalmente tuvo que cerrarse. La interrupción y el sufrimiento causados por la pandemia de COVID-19, la agitación económica, la agitación social y la violencia continúan siendo un desafío abrumador para algunos de nosotros, ya que todo esto vino a cambiar nuestro medio de vida de maneras pequeñas pero también profundas. Ahora vemos un pequeño rayo de luz mientras se distribuyen las vacunas y poco a poco comenzamos a reabrir y a volver a nuestras vidas más normales. Pero, ¿qué era normal? ¿Que es normal? ¿Dónde hemos estado? Hacia donde nos dirigimos? ¿Cómo podemos prestar atención al impacto de todo esto en nuestras vidas y al mismo tiempo poder anticipar cómo será la vida “después de la crisis”?

Nuestra vida a nivel personal y también a nivel colectivo requerirá que demos respuestas a estas preguntas difíciles que quizás sea mejor abordar no solo a nivel personal, sino en comunión con aquellos con quienes participamos en este mundo nuestro.

Con esta mente y espíritu, el Grupo de Programa sobre Ministerios Hispanos invitamos a acompañarnos el Sábado 18 de Septiembre, de 3 a 6 p.m., por “Que Haya Luz! Mejores Practicas para Vivir despume de una Crisis”, un taller virtual (vía Zoom) donde exploraremos el significado del acto intencional de recordar y la necesidad humana de tal recuerdo en estos tiempos nuestros. También exploraremos cómo dar testimonio no es un acto pasivo, sino de conciencia y consecuencia. Se nos invitará a centrar nuestra atención en cómo podemos contribuir a sanar las heridas del mundo que heredamos y, por último, exploraremos juntos en dónde debemos enfocar nuestra atención individual y colectiva para encontrar y / o crear los avances que necesitamos para el cambio y la innovación que exigen los tiempos actuales.

El evento se llevará a cabo en español con interpretación simultánea al inglés. El enlace de zoom para la reunión está aquí.

— El Rev. Carlos Ruvalcaba es copresidente del c. También forma parte del personal del clero en la Iglesia de San Esteban, Hollywood.